La sociedad del espectáculo y su futuro: entre espacios de información comunitarios y la alienación del yo virtual.

Autor principal:
Borja Sánchez Peche (UAM)
Programa:
Sesión 3, Sesión 3
Día: miércoles, 10 de julio de 2019
Hora: 16:00 a 17:45
Lugar: Aula 206

Las redes sociales nos aportan una nueva experiencia de la sociabilización que nos sitúa entre la capacidad de engendrar tejidos sociales desde los que apoyar fórmulas de participación, y vaporosas agrupaciones virtuales que sirven de placebo, u opiáceo, ante el creciente aislamiento y la individualidad, agrupaciones basadas en la relación aparente y en subjetividades que se doblan en una falsa representación de sí.  

El “perfil” permite al individuo gestionar los aspectos identitarios que desea proyectar, convirtiendo la identidad en un personaje publicitario. Lo cual permite, no la conexión con personas del mismo tipo, sino la conexión con personas de un mismo tipo ideal de sí. Lo cual deja de lado el descubrimiento de un “tú” portador de una contingencia diferenciadora, estableciendo comunidades que se reconocen aglutinantes de yoes múltiples, pero no siempre plurales y situadas frente a otras comunidades también fuertemente identitarias. Esto dibuja un escenario de sociabilización basado en una progresiva radicalización identitaria que no responde a territorios ni banderas, a no ser de modo contingente, sino más bién a específicos “modos de vida”, particulares eudaimonias en las que confluyen un conjunto de valores, un modo de ver y dirigirse al mundo. …. Aun así, las redes también han demostrado poder engendrar autentico tejido social con capacidad transformadora del entorno. Sostendré que dicha capacidad, dependerá de las "condiciones de verificabilidad" de la identidad de los usuarios de las redes sociales. Se tiende a entender la dualidad, entre el "yo virtual" y el real, en términos de desenvolvimiento virtual frente al desenvolvimiento no-virtual de la subjetividad; siendo lo primero un producto consciente del usuario, mientras que lo segundo se dá como resultado de sus experiencias, vivencias, mediaciones, etc. Sin embargo, si prestamos más atención al papel que desempeña el “perfil”, sujeto virtual, en la constitución del propio yo, dicha representación de sí, en el momento en que es externalizada en la plataforma y reafirmada por los miembros de la comunidad virtual, es devuelta de modo implícito, al sujeto, como experiencia fiable de sí; y este es el núcleo del proceso de alienación al que se somete la identidad del sujeto. Traducido en términos reflejos de una realidad externa, el “otro-yo”, el perfil, se torna experiencia de “mundo” entroncándose en un nuevo quiasmo “yo-mundo" que se repliega en una nueva dimensionalidad dialéctica desde la que se construye, en relación con otros “perfiles”, un “otro-mundo”. "La imagen se hace objeto", en términos de Debord. A partir de esta dialéctica, el "perfil", vuelve sobre el “sujeto encarnado” reconstruyendo en él nuevos parámetros de sentido, nuevas expectativas de sí, que, si por un lado le fuerzan a una auto-realización, por otro reconfiguran una autoimagen que solo puede ser plenamente realizada en la dimensión virtual de la dialéctica “yo-mundo”. En la polarización entre identidades virtuales y no-virtuales, yo preferiré des-encarnadas y encarnadas, la virtualidad dependerá del nivel de condiciones de verificabilidad de la información proyectada en las redes, de manera que los grados de carnalidad potenciales determinarán la capacidad de una red de llegar a engendrar tejido social.  

Reflexionaré acerca de las condiciones necesarias para que una red llegue a constituir tejido social, y el modo como se articulan estas condiciones.  

 

Palabras clave: filosofía del quiasmo, redes sociales, tejido social, alienación, subjetividad, participación