En este trabajo se analizan los principales factores que explican una de las dimensiones de la profesionalización de los parlamentarios en España. Los parlamentarios desempeñan su actividad en un marco institucional y político (o estructura de oportunidades política) que les proporciona incentivos y límites para su actividad cotidiana: el Reglamento de la cámara, los reglamentos o estatutos internos de los partidos, el sistema electoral y la cohesión y jerarquía de los partidos actúan como factores de peso que favorecen el control ejercido por los partidos políticos sobre los diputados a través de sus funciones de gatekeepers, asignación de puestos, coordinación y guía.

Una de las dimensiones de la profesionalización de los parlamentarios es su especialización en un ámbito político concreto que, cabe suponer, les proporciona un capital político que puede emplearse en su carrera dentro del partido. Sin embargo, en contra de lo que podría esperarse, los parlamentarios españoles parecen no tener mucho interés en especializarse en algún ámbito político y, si lo hacen, no parecen querer aprovechar esos conocimientos: la rotación entre las diferentes comisiones parlamentarias es notablemente alta, incluso entre aquellos que ocupan un cargo en las mesas de éstas. Esto indica la existencia de una estructura de incentivos diferente en el Parlamento Español, en la que parece que la especialización no tiene cabida como elemento de la profesionalización.

En este trabajo, se analizan las tasas de continuidad y cambio de los miembros de las comisiones parlamentarias del Congreso de los Diputados a lo largo del tiempo. También se exploran diferentes explicaciones para los bajos niveles de continuidad de los diputados veteranos en la comisión de la que formaron parte en la anterior legislatura (ya fuera como miembros de la comisión, como miembros de la mesa o como presidentes de ésta). Los resultados muestran bajos niveles de especialización y, por tanto, de profesionalización de los diputados españoles en esta dimensión. Así pues, los diputados españoles pueden ser veteranos y diputados expertos aunque, en lo que respecta a la especialización en algún ámbito político sustantivo, sean amateurs.